Su origen

Los artesanos originales de Casa Burés trabajaron con maderas muy apreciadas en la época, algunas de las cuales ya no se comercializan.

Las puertas y ventanas de las zonas más noblesdel edif icio están hechas con madera de caoba cubana, procedente del Caribe. Es una madera muy apreciada en ebanistería ya que, además de su belleza, destaca por su resistencia a los parásitos y a la humedad. Su resistencia a la humedad y a la putrefacción, así como su alta densidad, la convertían antiguamente en una madera idónea para ser usada en las quillas de los barcos. Casa Burés también tiene elementos de roble y de nogal. La marquetería está hecha de una madera de Bubinga muy inusual con ébano.

A lo largo de las décadas, algunos inquilinos de Casa Burés optaron por pintar las puertas. Durante años, la madera noble quedó oculta tras capas y capas de pintura y se ha decido decaparlas. En otros casos, como en la sala Luis XV de la Planta Principal, encontramos puertas de madera de pino que siempre estuvieron pintadas, y se ha respetado el color blanco original.

Su Restauración

Lo que se ha conseguido con la restauración es que las puertas originales vuelvan a funcionar

La recuperación de puertas, ventanas y otros elementos de madera originales de Casa Burés ha sido un trabajo en equipo. También ha sido necesario reproducir aquellas piezas que ya no se podían aprovechar; en la mayoría de los casos con otros tipos de madera.

“El mérito del resultado final ha sido la colaboración y las decisiones que se han tomado sobre qué elementos se podían aprovechar”, explica Jordi Llorens, el responsable de Ebanistería Llorens, un taller integrado por un equipo multidisciplinar que ha trabajado codo a codo con el ebanista y tallador Josep Bartrolí.

“Podríamos decir que mi equipo ha conseguido que las puertas y las ventanas vuelvan a funcionar, ya que con el paso de los años no cerraban bien, estaban torcidas o necesitaban un refuerzo o un injerto de madera”, puntualiza: “Josep Bartrolí ha hecho los acabados”.

En algunas ocasiones ha sido difícil descubrir qué tipo de madera se empleó, ya que con el paso de los años ha adquirido un color tostado que puede llevar a confusión.

Josep Bartrolí, maestro ebanista y tallador de madera, ha restaurado algunos elementos de madera catalogados de Casa Burés, como las ventanas, las puertas y los arrimaderos. Ha limpiado la madera con un decapante químico. “Para conseguir eliminar las capas de pintura de algunas puertas hemos utilizado unos secadores de aire muy caliente, que pueden llegar a los 400 grados”, explica.

El acabado final se hace igual que en el siglo XIX: con varias capas de goma laca. Bartrolí explica que, con el objetivo de protegerla, a la madera se le ha dado “un acabado de barniz sintético muy sutil ya que así lo han aconsejado los responsables de Patrimonio”.

Los restauradores actuales

Jordi Llorens es el gerente del taller Ebanistería Llorens, una empresa familiar fundada en 1847 por Francesc Llorens para dar respuesta a encargos de la Catedral de Barcelona y del Banco de España.

Tras la Guerra Civil, el taller restauró muchos retablos de iglesias que habían sido quemadas. El taller original estaba delante de la Catedral en un edificio que ya no existe. En la actualidad, el crecimiento de la empresa motivó el trasladó al barrio de Sant Gervasi y, finalmente, a Hospitalet de Llobregat, sede de las actuales instalaciones.

Uno de los primeros encargos importantes del equipo actual fue, precisamente, la restauración de la puerta de la Catedral de Barcelona.

Jordi Llorens ha coordinado una gran variedad de proyectos, entre los que destacan el Museo de la naturaleza y el hombre en Santa Cruz de Tenerife, el Mobiliario Litúrgico para la Sacristía de la Sagrada Familia de Barcelona, la sala VIP del Pabellón del Japón en la Expo de Sevilla y el encofrado de la escultura “Dona i Ocell”, de Joan Miró, situada en el parque Joan Miró de Barcelona.

Josep Bartrolí aprendió el oficio con su padre Josep, un “maestro de maestros”. Al igual que su padre, tiene su taller en La Pobla de Claramunt. Es uno de los artesanos que ha participado en la rehabilitación de la Casa Pascual i Pons, un edificio de Enric Sagnier situado en el Paseo de Gracia de Barcelona. También ha restaurado los elementos de madera de muchas masías de la región vinícola del Penedès.